Las Gárgolas son seres imaginarios, que tienen una apariencia demoníaca, grotesca o monstruosa, frecuentemente las podemos ver en lo alto de las construcciones antiguas, especialmente en las iglesias y catedrales que tienen un estilo gótico; la idea es que estas bestias legendarias cuidaban las edificaciones, para que ningún impío osara cometer el atrevimiento de entrar en su territorio.
¿Qué son las Gárgolas?
La palabra gárgola proviene del latín gurgulio, gargula, la raíz de la palabra puede traducirse como «tragar», la cual en relación a la mitología hace alusión a la habilidad devoradora de estos guardianes demoníacos.
No obstante en su significado etimológico se le da una relación a la función arquitectónica que cumplen estando ubicadas en los techos, la cual consiste en sentido figurado en «vomitar» o «escupir» el exceso de agua después de una torrencial lluvia.
Las gárgolas usualmente se pueden ver en la parte alta de los edificios; además de utilizarse como parte de la decoración gótica también sirven para evacuar el agua de la lluvia que se acumula en los tejados de estas construcciones.
Este método de expulsión de agua, por medio de chorros finos que salen por la boca de la criatura, sirvió eficazmente para evitar que la humedad dañara los muros de los antiguos edificios donde están posadas, provocando el deterioro y debilitamiento de la estructura.
Durante la Edad media, la mayoría de los edificios que tenían relevancia para la ciudad, como las iglesias, catedrales y museos, estaban adornados con las gárgolas en su parte alta.
Arte gótico
El estilo del arte gótico les dio una apariencia totalmente amenazante, así podemos encontrar en los tejados hombres con muestras grotescas, demonios alados, animales infernales y monstruos de todo tipo, siempre hechos en piedra.
Según la tradición, las gárgolas tienen la función simbólica de proteger la edificación sobre la que descansan, deben asustar a cualquier pecador que intente mancillar la pureza del recinto, mostrándole lo oscuro de las fuerzas que habitan en el infierno.
Usualmente se les llama gárgolas a todas las criaturas que se colocan en los muros de las estructuras, englobando con este término una cantidad importante de imágenes que también son hechas en piedra.
Aunque estas representaciones no son gárgolas, son solo imágenes decorativas, ya que las gárgolas tienen de manera única una característica importante, todas ellas están conectadas a un tubo de desagüe el cual expulsa el exceso de agua de los tejados.
Historia
Las gárgolas llegaron a ser incluidas en los modelos arquitectónicos de los edificios cristianos cuando comienzan a proliferar diseños estructurales de estilo gótico, mucho antes de que esto sucediera ya estaban siendo utilizadas en los edificios de las Tierras Islámicas y en los de Arte Budista.
La idea de utilizar grandes esculturas generalmente representadas por las cabezas de animales o bustos de criaturas fantásticas, es muy antigua, data de las culturas ancestrales en el Antiguo Egipto, la Antigua Grecia y Pompeya.
Para el año 1220 se pueden observar gárgolas en la Catedral de Nuestra Señora de Laon, en Francia, este edificio religioso es una de las primeras edificaciones que tiene un incipiente estilo gótico Francés la cual es parte del histórico Camino de Santiago.
Luego, a partir del año 1240 muchas de las iglesias, conventos y catedrales de París comenzaron construirse y a mostrar estos extraños y enigmáticos personajes como parte de la estructura de los edificios. La época de más auge que tuvieron estos macabros personajes va desde el Siglo XIII hasta la primera mitad del Siglo XIV.
Periodo Renacentista
A partir del Siglo XV se inician los cambios de transición para comenzar con la Edad Moderna, es decir que comienza el movimiento Renacentista el cual incluye transformaciones en cuanto a las expresiones artísticas, sociales, científicas y culturales.
Uno de los cambios que trajo esta época es que los desagües se empezaron a construir de manera simple, son salientes de piedra o de metal, pero sin el diseño característico de animales mitológicos que captaban la atención de inmediato con su enigmática presencia.
Las únicas representaciones iconográficas que se continuaron colocando en algunos de los edificios que se construyeron en el inicio de esta época, fueron en forma de quimera, la cual es parte también de la mitología y básicamente se trata de un monstruo híbrido que era parte cabra y reptil con cabeza de león.
La aparición de la Arquitectura Neogótica, lo cual consiste en un movimiento arquitectónico, artístico y decorativo que se instauró en Europa a finales de la década de 1740 y se extiende hasta más allá del Siglo XVIII, retoma la idea de volver a colocar las llamativas gárgolas en los tejados nuevamente.
Características generales de las Gárgolas
Las gárgolas más antiguas que se hayan encontrado, simplemente eran representaciones primitivas que representaban cabezas pintorescas o bustos toscamente torneados, casi todos de animales fantásticos.
Más adelante en la historia podemos encontrar modelos más trabajados y más prolijos, algunos de ellos se apoyaban en ménsulas, lo cual consiste en una especie de moldura o repisa en la que estas esculturas solían sostenerse.
El uso de ménsulas para apoyar las gárgolas les dio la posibilidad a los diseñadores y arquitectos de lograr que la estatua sobresaliera del muro y el agua que estas solían expulsar el agua más lejos.
Mientras más se utilizaban, las criaturas esculpidas se iban haciendo más pulcras y refinadas, poniendo especial atención en los detalles, las expresiones faciales, la esbeltez y el dinamismo de las piezas era cada vez más realista.
Estas criaturas míticas, con gestos grotescos de dolor o furia eran tan creativas y detalladas, que las personas tenían la creencia de que por las noches cobraban vida y salían volando para vigilar y atrapar a los incautos. Descubre temas interesantes sobre curiosidades de misterio en nuestro artículo Fantasmas
Las Gárgolas como Representaciones sobrenaturales
Generalmente los diseños de las gárgolas se impusieron durante el auge del arte gótico, el cual tiene entre sus características, el realismo, la fascinación por las representaciones míticas, oscuras y solemnes.
Es por ello que en este periodo las gárgolas tomaron protagonismo, primero se eran representadas como animales cuya ferocidad se notaba en los terribles y amenazantes gestos del rostro, luego estaban los demonios, los cuales con su apariencia monstruosa parecía que estaban listos para volver volando hasta el inframundo de donde habían escapado.
Más adelante aparecen también las figuras con rasgos humanos, las cuales básicamente eran transformadas de manera exagerada y de forma caricaturesca en su facciones mostraban signos de dolor, tristeza, llanto, rabia y maldad.
La gran variedad en los diseños de las gárgolas nos da una idea de la creatividad de los artesanos de la época, haciendo que más allá de una decoración funcional se volvieran todo un ícono del misticismo de la época.
Guardianes demoníacos
Las gárgolas tienen una diversidad de diseños que resulta increíblemente entretenido de admirar todos los variados diseños que podemos encontrar, ya que la iconografía puede representar animales reales, criaturas mitológicas, humanoides, entre otros seres fantásticos y aterradores.
Para realizar las esculturas los materiales que más se utilizaban son metal madera o barro, pero la mayoría son de piedra. Este duro y resistente material era trabajado con hachas, cinceles y buriles, los cuales son instrumentos de corte y marcado, con lo cual se le pueden dar dimensiones muy precisas a la escultura.
Entre los animales más representados están los perros, felinos y águilas; entre los seres mitológicos están los grifos, los cuales básicamente son seres con cabeza de águila gigante y amenazadora, también tienen cuerpo de león con patas fuertes y larga cola.
Frecuentemente se observan en los altos techos las harpías los cuales son cuerpos humanoides alados con características femeninas, quienes usualmente tenían detalles exagerados en sus facciones.
También son muchos los edificios que tienen demonios, dragones, sirenas y combinaciones entre ellos; entre este tipo de escultura abundaban los híbridos, los cuales eran los que se mostraban más aterradores y amenazantes. Descubre más sobre fascinantes temas de misterio en nuestro artículo Terror
Otras figuras muy utilizadas son los animales alados, y los híbridos que pueden tener cabeza humana pero con un grotesco cuerpo de fiera. Es frecuente que las figuras se muestren gritando, con sus manos en la garganta, cara o dentro de la boca; uno de los más frecuentes era la imagen de la criatura sacando una gran lengua.
Detalles grotescos
Estas criaturas eran esculpidas con un alto nivel de fealdad, con alas, escamas, cuernos, garras y colmillos filosos que daban la idea de que estaban a punto de devorar a quien se le interpusiera en su camino; otras tenían los miembros multiplicados o en posiciones que daban la idea de una sexualidad lujuriosa y pecadora.
Siempre se muestra la escultura con la abertura para la salida de agua en la boca, muy pocas la tenían en otra parte del cuerpo o en objetos que tuviesen en las manos. También era usual que criaturas más pequeñas se colocaran rodeando a otra de mayor tamaño, la cual tiene el papel principal en la escena.
Simbología
El significado de las gárgolas siempre ha producido curiosidad, durante generaciones se han relatado historias sobre su origen y significado.
Las gárgolas tuvieron su origen netamente simbólico, en las que, según cuentan las historias tradicionales, estas originales esculturas eran hechas para simbolizar guardianes, los cuales tenían como tarea proteger el edificio donde se les posaba provocando miedo.
En algunos casos se dice que son las representaciones de almas condenadas por sus pecados, a los cuales se les prohíbe entrar a los recintos sagrados; al ser imágenes horribles y alucinantes, puede que se hayan colocado a la vista de todos como un ejemplo de lo que les puede suceder si se lleva una vida de pecado.