El Síndrome de Otelo es un trastorno que se caracteriza porque la persona que lo padece está firmemente convencido de que su pareja le es infiel. Quienes padecen de este trastorno sufren delirios que les hace desarrollar una obsesión por la persona de su interés, hasta el punto de llegar a cruzar el límite hacia la locura. En este artículo te presentaremos los rasgos más resaltantes de una persona con el Síndrome de Otelo.
Síndrome de Otelo
El Síndrome de Otelo está clasificado como un trastorno delirante, es decir es una condición que se presenta y se mantiene en una persona que comienza a tener actitudes psicóticas que afectan su vida y la de los que le rodean.
Las personas que sufren de este terrible trastorno no pierden el sentido de la realidad como en los casos de esquizofrenia, ya que sus alucinaciones no son tan notorias, pero presentan pensamientos fuera de la realidad, relacionados netamente con la persona que representa su interés romántico.
Este tipo de alucinaciones pueden tratarse de cambios en la percepción de la realidad, se trata de que sienten que les están mintiendo todo el tiempo y para respaldar su afirmación se apoyan en alucinaciones auditivas, táctiles y olfativas, para sentir que sí tienen razón y que están muy cerca de descubrir la verdad,
El Síndrome de Otelo también es llamado Celotipia, y básicamente es un compendio de actitudes que una persona tiene basadas en su percepción distorsionada de lo que es la realidad, donde solo creen que existe una verdad incuestionable la cual es la infidelidad de la pareja.
¿Qué son los Celos?
Los celos son una reacción emocional ante un estímulo externo, una actitud, imagen, sensación o percepción de que se está bajo la amenaza constante de perder lo que más se ama, y que por derecho le pertenece.
Comúnmente se denomina como una persona celosa al individuo que se ve dominado por las sospechas, inquietudes, estados de ansiedad y de dudas sobre la persona de su interés y los que están en su círculo de amistades más cercanos.
Generalmente las personas celópatas sienten incomodidad, ira y una profunda frustración, cuando la persona que representa el objeto de su afecto le presta atención (así sea por un momento) a alguien más.
Los celos en una persona demuestran muchas cosas, entre ellas indican que la persona tiene una imperiosa necesidad de ejercer el control sobre la otra persona, lo cual es señal inequívoca de falta de confianza y de seguridad en sí mismo.
Siempre la víctima
El Síndrome de Otelo es una condición de cuidado, pues la persona que lo padece puede causar mucho daño a sus semejantes, debido a que en su mente debe hacer todo lo posible por no perder a la persona que ama.
Ya que esto representaría la pérdida de lo que esta persona obtiene de la relación como por ejemplo el bienestar emocional, compartir momentos de calidad, gratas conversaciones, juegos, ilusiones y otras cosas que son emocionalmente muy significativas.
Las personas celosas tienen propensión a ser dominadas por la pasión y el drama, es decir, el estado de ansiedad que sienten a menudo tiene rasgos neuróticos, en el cual expresan un total sentimiento de abandono, de que los utilizan y se burlan de ellos continua y repetidamente.
Es común que la persona que siente este tipo de sentimientos tenga cambios bruscos de humor, pues un gesto, una mirada o una palabra de la otra persona los hace explotar, y lo que al principio era alegría, pasará a ser todo un drama pasional en cuestión de segundos. Descubre más sobre interesantes temas relacionados en nuestro artículo llorar.
Después se va desde el papel de víctima engañada hasta la persona que ha sido herida y debe arreglar cuentas con quien considera culpable de la desgracia que según él le han hecho vivir. Y de allí se pasa del amor incomprendido y no valorado al odio irracional, el cual, muchas veces se lleva por delante todo a su paso.
Origen del Nombre
El Síndrome de Otelo toma su nombre de la reconocida y aclamada obra de William Shakespeare llamada «Otelo: El moro de Venecia» la cual se trata de una tragedia teatral, en la que el personaje principal que lleva por nombre Otelo, confiesa delante de todos que muere de amor por la hermosa Desdémona, y que es capaz de hacer cualquier cosa por acercarse a su amada.
Pero el amor del emocional Otelo comienza a cambiar y a volverse más bien como una prisión para Desdémona, quien ha caído en la vorágine de intrigas y dudas que se tejen a su alrededor. Otello de pronto comienza a creer en falsos testimonios y trampas, los cuales aumentan las dudas que tiene acerca del amor de su amada.
En la escena final, en medio de un ataque de celos y sin escuchar ninguna de las razones de la pobre Desdémona, Otelo entra en su habitación y la ahorca.
Después de realizado el terrible hecho, Otelo se da cuenta de que todo el tiempo había estado engañado, y que su esposa nada tenía que ver con otro hombre. Al darse cuenta de su error Otelo se quita su propia vida.
Efectos del Síndrome de Otelo
El Síndrome de Otelo puede tener efectos devastadores e incluso mortales en la vida de las personas involucradas. La persona envuelta en un estado de angustia constante, inquieta con la idea de la infidelidad, comienza a tener patrones de conducta que tarde o temprano la llevarán por un punto de quiebre.
Es frecuente que los afectados por el síndrome de Otelo comiencen a justificar su comportamiento, usualmente con frases como «estoy seguro de que está sucediendo, pero todavía no tengo las pruebas, pronto las tendré».
Desde esta perspectiva enfermiza, cualquier acción puede convertirse en el ojo del huracán, como ver a escondidas el historial de navegación de la computadora o los mensajes que tenga en el teléfono.
A veces los ataques de celos pueden ser alimentados por «malos consejos», lo cual quiere decir que alguien disfruta de las reacciones exageradas de la persona celópata y promueve en el individuo sus dudas.
Estas personas muchas veces quieren obtener algún beneficio de la separación de la pareja en cuestión y por ende influyen de manera negativa en la mente del celoso, justo como sucede en la obra de Shakespeare con el iracundo Otelo.
Otelo llevó su cólera al extremo, pues llegó a matar a la persona que más amaba, porque en su mente era mejor que estuviera muerta a verla en otros brazos. Antes de llegar a este punto de paranoia y delirio psicótico, es evidente que se debe buscar ayuda médica de inmediato.
Signos y Síntomas
Generalmente las personas con Síndrome de Otelo se caracterizan por actuar de cierta manera, en la que demuestran el grado de afectación que tienen debido a la enfermedad. A continuación nombraremos algunos de los rasgos frecuentes.
- El paciente siempre está al acecho de la persona a quien quiere, de hecho quiere saber que hace todo el tiempo, a dónde va, con quien hablo, cuánto tiempo tardó, y otros detalles que analizará minuciosamente para saber si le están mintiendo.
- La persona afectada por el síndrome está por encontrar esa prueba contundente con la que al fin demostrará a todos la razón de sus celos.
- Estos indicios consisten en un ligero cambio en algún mueble, un retraso de 5 minutos en llegar, y otros pequeños detalles que de por si no demuestran absolutamente nada pero para ellos son muestras de infidelidad.
- Generalmente la figura del «otro» es totalmente ambigua, no sabe quién es, ni dónde vive, ni lo que hace, solo saben que existe; es como un fantasma que se aprovecha de la situación para burlarse de él todo el tiempo.
- El delirio de los celos los lleva a realizar actos inverosímiles, tales como esperar durante horas, en la calle, con frío o lluvia, solo para observar los movimientos de la pareja.
Riesgos del Síndrome de Otelo
Los celos en la persona con el Síndrome de Otelo son incontrolables, propician situaciones incómodas, y en la vida personal de los involucrados, puede desencadenar situaciones de violencia, tanto física como psicológica.
En el caso de los niños, el ambiente cargado de peleas por celos les crea un vacío emocional, trastorna la vida familiar y tienen tendencia a sufrir abuso emocional, todo como consecuencia directa de las acciones de los adultos que están a cargo.
Tratamiento
Las personas que tienen un diagnóstico de Síndrome de Otelo, el cual se expresa en celos mórbidos, delirios, angustia constante y otros estados de desequilibrio emocional, deben ser tratados por un profesional en el área de psicología.
El pronóstico acerca del manejo de los síntomas de la enfermedad y la posterior mejoría depende de la evolución de cada individuo. También es necesario tomar en cuenta las secuelas de esta condición, como por ejemplo, la persona puede llegar a refugiarse en el alcoholismo, las drogas, o algún otro comportamiento autodestructivo.
El tratamiento médico y psicológico de este tipo de trastorno es complejo, muchas veces se requiere una combinación de medicamentos antidepresivos y antipsicóticos para controlar enfermedades alternas relacionadas con el síndrome. Descubre más información relacionada con los trastornos mentales en nuestro artículo: Depresión sonriente.
Existen también terapias para lograr que la persona entienda y tome consciencia de su comportamiento, algunas de ellas, son las terapias de familia, de pareja y de psicoterapia individual.