Galileo Galilei es uno de los principales exponentes de la Revolución Científica que tuvo lugar en la época del Renacimiento; fue un libre pensador interesado por las artes y la ciencia, cuyos significativos aportes cambiaron la visión del mundo con respecto a la física y a la astronomía. En este artículo mostraremos la interesante biografía del «Padre de la Ciencia».
Galileo Galilei
Galileo Galilei fue un eminente científico, especialista en la Astronomía, Matemática y Física, un sabio e incansable hombre de ciencias que aportó mejoras significativas en el campo de las observaciones astronómicas.
Sus aportes científicos incluyen el perfeccionamiento del telescopio, sus investigaciones sobre las Leyes de Newton y la gran variedad de estudios científicos realizados que dieron como resultado observaciones astronómicas que le dieron el título de «Padre de la Astronomía Moderna».
Galileo Galilei realizó un trabajo experimental basado en investigaciones científicas, lo cual complementa los escritos de Francis Bacon un destacado científico renacentista.
Bacon es el padre del empirísmo científico, método en el cual los procedimientos se basan en la experiencia y en la observación.
Galilei desarrollo trabajos complementarios a los de Johannes Kepler, un astrónomo y físico Alemán, acerca de las Leyes de Movimiento de los Planetas y su órbita alrededor del sol.
El trabajo del «Padre de la Astronomía» se considera un avance ante las viejas teorías de la física de Aristóteles, no obstante la iglesia católica en su rasgo inquisidor, lo acusa de se un promotor del conflicto entre la religión y la ciencia.
Primeros Años
Galileo Galilei nació en la ciudad de Pisa, en la región Italiana de Toscana; el 15 de Febrero del año 1564.
Su familia no tenía títulos de nobleza o grandes riquezas acumuladas, así que sus padres Giulia Ammannati y el músico y matemático Vincenzo Galilei tenían que ganarse la vida con su trabajo diario.
Cuando Galileo cumple los 10 años, sus padres se trasladan a Florencia buscando mejores ingresos, dejándolo a cargo de un religioso de apellido Borhini.
Por medio de este hombre de fe Galilei va a parar al convento de Santa María de Vallombrosa de Florencia, recibió educación religiosa, lo cual despertó interés del astrónomo por entrar a la vida religiosa.
A enterarse de esto, su padre aprovechó la primera oportunidad que tuvo y sacó a su hijo de este camino, pues no estaba para nada de acuerdo con la práctica de la religión.
Luego, Galileo se inscribe en el Universidad de Pisa, para estudiar lo que se convertiría en la pasión de toda su vida: la ciencia, la filosofía y las matemáticas.
Para el año 1583 Galileo se inicia en sus estudios matemáticos de la mano de Ostilio Ricci, quien tenía un método innovador para la época, el cual consiste en unir la teoría matemática con la práctica experimental de la ciencia.
Desde el principio Galileo se enfoca en el conocimiento matemático, se orienta como un seguidor de Pitágoras, Platón y Arquímedes así como también se declara opuesto a los pensamientos de Aristóteles.
En sus tiempos de estudiante, Galileo descubre la ley de la «Isocronía de los péndulos» lo cual es básicamente sienta las bases de la mecánica.
Antes del telescopio
La posición del sabio contra los métodos de enseñanza que utilizaban los profesionales de su tiempo fue tajante. Redactó un panfleto lleno de duras críticas contra el profesorado de su época.
Luego de haber ganado muchos enemigos por su posición marcada y sus principios, regresa a Florencia, sin un título pero cargado de conocimientos y ávido por por saber aún más.
En el año 1585 el «Padre de la ciencia» se ocupa de demostrar teoremas sobre el centro de gravedad de elementos sólidos específicos, de lo cual emana el trabajo «Theoremata circa centrum gravitatis solidum» (Teoremas acerca de los centros de gravedad de los sólidos) de 1587.
Luego «La bilancetta» (La pequeña balanza), es un escrito de Galileo donde describe la balanza hidrostática, inspirado por los trabajos de Arquímedes.
Por si fuera poco, es también en estos años, en que el sabio continúa su investigación sobre el péndulo pesante e inventa el pulsómetro.
Este aparato mide el pulso y aporta una escala de tiempo, lo cual antes de los estudios de Galilei no existía. Descubre más sobre esto en el artículo Como funciona el Microscopio
De Florencia a Pisa
En el año 1588 presenta una ponencia en la Academia de Florencia sobre «Lugar, forma y dimensión del Infierno de Dante».
Su fama como hombre de ciencia sigue en aumento; busca empleo en la Universidad de Pisa, donde se encuentra con destacados personajes de renombre como el sacerdote Jesuita Christopher Clavius (excelente matemático de la época).
También tiene la oportunidad de relacionarse con Guidobaldo del Monte, un colega que lo recomienda con el Duque Fernando de Médici, quien le asigna la Cátedra de Matemáticas en el año 1589.
Los años siguientes fueron fructíferos en la historia profesional del sabio, pues descubre la cicloide (cálculo que describe la curva de un punto en la circunferencia); la cual utiliza para dibujar los arcos.
En este periodo experimenta sobre la caída de los cuerpos y genera su primera obra en el área de la mecánica llamada «Du Motu«.
Universidad de Padua
En el año 1592 deja Florencia por diferencia de criterios con los Médici y se traslada a la Universidad de Padua, donde enseña geometría, mecánica y astronomía.
Es aquí donde se siente más a gusto para investigar sin preocupaciones, ni presiones de la iglesia, pues en esta época la inquisición era una sombra para los librepensadores.
Galileo continúa dedicado a la enseñanza, sumando ahora las áreas de mecánica aplicada, astronomía y arquitectura militar.
En el año 1599 Galileo participa en la fundación de la Academia «Dei Ricovrati» junto con el Abad Federico Camaro.
Este mismo año conoce a la que será la madre de sus hijos, llamada Marina Gamba, con esta mujer tiene 3 hijos, las dos primeras son mujeres, a las que envía a un convento, mientras se hace cargo solo del hijo varón.
Asombrosos Avances
El año 1604 fue una época de grandes avances en la vida profesional de Galileo Galilei, logró probar con éxito la bomba de agua en la que había estado haciendo mejoras, también descubrió la Ley del Movimiento Uniformemente Acelerado.
Durante más de un año se dedicó a observar y estudiar a fondo una nueva estrella, en el año 1605 publica el «Dialogo de Cecco da Ronchitti da Bruzene in perpuosito de la stella Nova» el cual escribe junto con Girolamo Spinelli.
Luego de la publicación Galileo demuestra sus teorías sobre la trayectoria de los proyectiles, donde se apoya completamente en la Ley de Gravitación Universal de Isaac Newton.
Galileo es el inventor y constructor del «Termoscopio», un aparato que por primera vez permite la comparación objetiva de los niveles de calor y frío.
Este periodo es nefasto para el científico, pues cae contagiado de una enfermedad infecciosa, la cual le genera reumatismo y lo deja lisiado por el resto de sus días.
Galileo Galilei: El Telescopio
Galileo estaba en París cuando recibe una carta de uno de sus antiguos alumnos, quien le confirma la existencia de un aparato que por medio de cristales permitía ver los objetos alejados en el espacio.
El curioso instrumento fue construido en Holanda, por un afamado fabricante de lentes.
Solo con esta descripción, Galileo se dedica a construir su propio telescopio.
Galileo dedica tiempo y estudios a crear una telescopio que superara al fabricado por el Holandés Hans Lippershey; logrando con sus esfuerzos y conocimientos resolver los problemas que tenía el modelo anterior.
El telescopio de Galileo no deforma los objetos que se observan, y también tenía la capacidad de aumentar la imagen 6 veces.
Uno de los mayores progresos para la época es que este telescopio consigue obtener una imagen derecha, debido a que se utilizó un lente divergente en el ocular.
Emocionado por la idea, continúa trabajando y le mejora aún más la capacidad de aumento, llevándolo a unas 9 veces; cuando lo termina se va a presentarlo a la comunidad científica y al Senado de Venecia.
La demostración del nuevo invento fue todo un éxito, se realizó en lo alto de la torre del campanario de la plaza San Marco. Los espectadores están maravillados, pues la ciudad de Murano que está a 2 kilómetros y medio, se ve con una cercanía de 300 metros.
Un dato peculiar es que Galileo cede todos los derechos a la República, quienes mostraron mucho interés en las aplicaciones militares del recién creado instrumento. Descubre más información interesante en Pirámides Sumergidas
En recompensa, el estado le confirma una plaza de por vida en la Universidad de Padua, además de que su reconocimiento e ingresos están asegurados de por vida.
Desarrollando el Telescopio
El telescopio representó todo un cambio en la vida profesional de Galileo, a pesar del éxito obtenido, el genio de Galileo tenía sus limitaciones en cuanto a la teoría óptica.
A Galileo le faltaba la experiencia necesaria en el campo de la óptica, por lo cual algunos de los modelos de telescopio fabricados fueron prácticamente inutilizables desde el punto de vista astronómico.
A pesar de los tropiezos, Galileo continua con la investigación y el desarrollo de su idea del telescopio. En su siguiente paso, Galileo Galilei fabricó un instrumento que logra aumentar 20 veces su tamaño el tamaño de los objetos.
Con este nuevo instrumento se dedicó a observar la luna y sus fases, en esta etapa, descubre que las antiguas teorías creadas por Aristóteles en las cuales se decía que la luna era una esfera perfecta y translúcida no eran ciertas.
Según la filosofía Aristotélica existía el mundo llamado «sublunar» el cual estaba compuesto por la superficie de la Tierra y la Luna, en el cual todo puede cambiar de un momento a otro.
Además existía también el mundo llamado «Supralunar» que comienza desde la Luna y se extiende hasta los límites desconocidos del Universo. Es en esta zona que, según Aristóteles, solo habían formas geométricas perfectas en movimientos circulares.
Galileo observa una zona transitoria, llamada el «terminador» el cual básicamente es la línea de separación entre la parte oscura y la parte iluminada de un cuerpo celeste.
Esta investigación arroja que la superficie de la luna no es regular, pues existen montañas y otras inconsistencias en el terreno que invalidaban por completo la teoría de Aristóteles.
Cabe destacar que para la época en que suceden estos descubrimientos, los medios técnicos existentes no permitían medir ni siquiera la altura de las montañas terrestres.
Investigando el Universo
Galileo Galilei comenzó una investigación donde descubre las maravillas del espacio, especialmente en la Vía Láctea, donde se dedica a observar las estrellas de la constelación de Orión.
Le sorprende el hecho de que algunas estrellas visibles eran en realidad cúmulos de estrellas.
Otro descubrimiento significativo de Galileo son los anillos de Saturno, aunque no los identifica como tal, en vez de eso los llama extraños apéndices del planeta.
Medio siglo más tarde, el astrónomo Christian Huygens, se vale de telescopios más potentes y observa la verdadera forma de esos anillos.
El 7 de Enero de 1610, Galileo hace un descubrimiento sorprendente, luego de un corto periodo de observación, puede constatar tres estrellas pequeñas que giran alrededor de Júpiter, los cuales hoy en día son llamados los Satélites Galileanos. (Calixto, Europa, Ganímedes e Ío).
Por algún tiempo Galileo llama a estos objetos celestes los «Astros Mediceos I, II, III y IV para hacerle honor a Cosme de Médici, un antiguo alumno, amigo y Gran Duque de Toscana.
Unos meses después publica sus descubrimientos en Florencia en una publicación llamada «El Mensajero de las Estrellas» (Sidereus Nuncios).
Galileo toma a Júpiter y sus satélites como un modelo abstracto del Sistema Solar.
El objetivo es demostrar que las órbitas de cristal descritas por Aristóteles no existen, y que por ende los cuerpos celestes no giran alrededor de la Tierra.
También corrige a los seguidores de la teoría de Copérnico de que todos los astros giran alrededor del Sol.
Luego de esto, Galileo muestra los resultados de estas investigaciones a la Corte de Toscana, los cuales son completamente aceptados. Así mismo, logra el apoyo de Kepler, un astrónomo Alemán que siempre mostró interés en sus trabajos.
La presentación en Roma
En el año 1610 Galileo se traslada a Florencia, luego de aceptar el puesto de Primer Matemático en la Universidad de Pisa, a pesar de que su libertad de pensamiento se pudiera ver comprometida.
Al continuar con su observación del cielo nocturno, orienta su telescopio hacia el planeta Saturno y se interesa en su extraña apariencia. También en su afán de conocimiento encuentra una manera de observar el Sol, descubriendo las manchas solares.
En su incansable disposición a satisfacer su curiosidad, el investigar aspectos en concreto sobre fenómenos de la naturaleza utilizando la ciencia se vuelve su modo de vida. Encuentra más información en Curiosidades del Mundo
Galileo descubre las fases del planeta Venus, los resultados de este trabajo de investigación le llevan a apoyar más aún a la hipótesis Heliocéntrica, la cual consiste en que la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol.
El 29 de Marzo del año 1611 se alojó en el Colegio Pontifical en Roma para presentar sus descubrimientos, fue bien recibido por el Cardenal Barberini quien luego sería el Papa Urbano VIII y en la Academia de los Linces.
Galileo Galilei pasó más de un mes en Roma, tiempo durante el cual recibe honores y todo tipo de actos destacando la importancia de sus investigaciones.
El Colegio Romano, que está integrado en su mayoría por Jesuitas, le otorga el merecido reconocimiento, afirmando que sus observaciones sobre el universo son exactas.
No obstante no afirman abiertamente ante las autoridades, que las conclusiones hechas por Galileo son válidas.
Las teorías del Astrónomo
Galileo Galilei estuvo en conflicto con la iglesia católica desde el inicio de su carrera como científico.
Sus hipótesis y teorías revolucionarias acabaron con viejas y arraigadas creencias, que eran de una data muy antigua.
Bertrand Russell un filósofo, matemático y escritor Británico ganador del Premio Nobel, piensa que el conflicto entre Galileo y la Iglesia Católica se debe a las diferentes corrientes de pensamientos como lo son el razonamiento inductivo y el razonamiento deductivo.
En el razonamiento inductivo parte de que el principio de que las premisas que se indican apoyan la conclusión de la investigación, pero no garantizan que en algún momento esta pueda llegar a cambiar.
En el razonamiento deductivo se deduce una conclusión con base en los argumentos de las premisas.
Galileo utiliza la inducción basada en la observación de la realidad, ofreciendo pruebas experimentales de sus afirmaciones, publicando información importante así como los resultados para que de ser necesario se repitiera el procedimiento.
La iglesia católica por su parte defendía los argumentos basados en los conocimientos de un científico de renombre como por ejemplo Aristóteles.
Para defender su postura sobre la teoría Heliocéntrica, el científico basó sus teorías en datos extraídos de las observaciones experimentales en las cuales quedaba demostrada la validez de sus argumentos.
Las pruebas de carácter experimental que Galileo utiliza en su argumentación para demostrar sus teorías sobre el movimiento de la Tierra son las siguientes:
Montañas en la Luna
El primer descubrimiento de Galileo refuta la tesis creada por Aristóteles, en la cual se habla de la perfección en la esfera celeste, especialmente en la mención directa al aspecto de la superficie de la luna, el cual según la Teoría Aristotélica era increíblemente perfecto e inmutable.
Galileo defiende su tesis con numerosos dibujos basados en sus observaciones, donde se representan las diferencias que existen en el paisaje geográfico de la superficie lunar.
Nuevas Estrellas
Galileo Galilei otorga en su segundo descubrimiento información que antes del telescopio era imposible de obtener, la cual por mucho tiempo estuvo atada a hipótesis sin comprobación.
En este trabajo de investigación el sabio observó que el número de estrellas se duplicaba al usar el telescopio.
En esta ocasión, Galileo tuvo la oportunidad de refutar ciertos aspectos importantes de las hipótesis vigentes; lo cual le vale reconocimiento como científico,
Galileo contradice una de las teorías de Copérnico donde se hace referencia a la existencia de un hoyo negro cercano a Saturno.
También derriba su Teoría Geocéntrica en la que se estimaba que los astros giraban alrededor de nuestro planeta.
El científico se apoya en la teoría del paralaje, lo cual consiste en la diferencia de la posición de los objetos dependiendo de la ubicación desde donde se observan.
Galileo expone que debido a la lejanía de los cuerpos celestes, no podía aplicarse el paralaje.
Satélites de Júpiter
Este es el descubrimiento más famoso de Galileo, con el cual causó un revuelo en la comunidad científica de la época.
El Colegio Romano de los Jesuitas afirma que las teorías de Galileo habían «destruido» todo el sistema de creencias acerca de hipótesis astronómicas que habían sido utilizadas durante años.
Cuando Galileo descubre las lunas de Júpiter, contradice de nuevo la tesis de Copérnico de que los astros giran al rededor de este planeta.
Manchas Solares
La observación de las manchas solares fue una prueba más de la imperfección que existe en el espacio.
Un jesuita que tenía el pseudónimo de ‘Padre Apelles’ se atribuye el descubrimiento y lo explica con argumentos poco probables, diciendo que las manchas son planetoides que están entre el Sol y nuestro planeta.
Galileo demostró que todo aquello era falso y se atribuye este descubrimiento, apoyándose en la teoría matemática de los Versenos, que están en la superficie del sol.
Fases de Venus
Este descubrimiento es un ejemplo de la aplicación del método científico de Galileo, la observación de este fenómeno comenzó en el año 1610 y se publicó en 1623 en «El Ensayador» con un mensaje en forma de criptograma, el cual debí descifrarse para poderse leer.
Durante esta investigación Galileo observó las fases de Venus, documentando la variación en el tamaño, lo cual le da autenticidad a su teoría de que este planeta seguía una órbita alrededor del Sol.
Esto dejaba sin efecto las teorías de Ptolomeo, por lo cual el Colegio Romano busca como opción las hipótesis de Tycho Brahe, un astrónomo de origen Danés, que se dedicó a observar el cielo antes de la invención del telescopio.
Argumento de las Mareas
Galileo expone de manera brillante su argumento, muestra de su ingenio y curiosidad científica, aunque no está del todo correcto.
Según el astrónomo, el movimiento de rotación de la Tierra al realizar el planeta su traslación alrededor del Sol, genera que en la superficie terrestre cambios que incluyen aceleraciones y deceleraciones que daban como resultado las mareas.
La tesis presentada como argumento es correcta, pero existen errores mayores en cuanto a la intensidad del fenómeno y al resultado, pues no causa las mareas.
Estos errores son causados por el desconocimiento que tenía Galileo de la distancia exacta de la Tierra al Sol y la velocidad del Planeta cuando recorre su órbita.
No obstante de estos errores de cálculo, desacreditó por completo la creencia que se tenía para la época sobre las mareas, las fases de la luna y la interacción de esta con los movimientos de la Tierra.
La humanidad debió esperar hasta que muchos años después Isaac Newton resolviera estos cálculos, ya que formuló teorías sobre el origen de la fuerza útiles para explicar debidamente el origen de las mareas.
Segunda Prueba sobre las Manchas Solares
Galileo retoma el argumento sobre las manchas solares como parte de su obra «Decálogo sobre los sistemas del mundo» el cual se convierte en una poderosa prueba contra los que todavía defienden la teoría Geocentrista.
Ahora Galileo presenta una tesis renovada acerca de la observación de la inclinación del eje de rotación del Sol; lo cual genera una variación considerable en las manchas solares.
Si se analizan estos movimientos desde el punto de vista geométrico, los mismos pueden ser producidos por ambos astros, por el contrario si se analiza físicamente se debe tener en cuenta las fuerzas que los producen.
En esta oportunidad se toma en cuenta los movimientos inerciales de la Tierra en traslación y del Sol en rotación; lo cual es factible y totalmente comprobable.
En nuevo argumento de Galileo se toma por la comunidad científica como una prueba experimental, que demuestra el Movimiento de la Tierra.
Los Enemigos de Galileo Galilei
Los triunfos y reconocimientos al trabajo de Galileo en el campo de la astronomía, física y matemática, asombraban a todos, muchos científicos e investigadores de renombre le daban su apoyo incondicional.
El mundo estaba cambiando gracias a las investigaciones teóricas y experimentales de Galileo, lo cual le hizo famosísimo como un científico que estaba logrando aclarar muchos de los errores de las teorías que se habían considerado como verdades absolutas.
Estos logros preocupaban enormemente a los partidarios de las teorías que Galileo se dedicó a refutar, pues su credibilidad quedaba en entredicho; los defensores de la Teoría Geocéntrica se declaran sus enemigos.
Los métodos de observación de Galileo arrasaron con las teorías que habían sido impuestas solo por que habían sido formuladas por prestigiosas autoridades, como en el caso de Aristóteles.
Crece la tensión
Al principio solo se trata de discusiones teóricas sobre fundamentos matemáticos, físicos o sobre los métodos de observación y análisis utilizados por el científico.
Un amigo de Galileo, llamado Giovan Francesco Sagredo advierte de la creciente tensión por causa de el reconocimiento de su investigación enviándole la siguiente misiva:
El poder y la generosidad de vuestro príncipe el Duque de Toscana, permiten esperar que él sepa reconocer vuestra dedicación y vuestro mérito; pero en los mares agitados actuales, ¿quién puede evitar de ser, yo no diría hundido, pero sí al menos duramente agitado por los vientos furiosos de los celos?
El Colegio Romano, aprueba el trabajo de Galileo, lo cual hace que los ataques al científico se hicieron cada vez más fuertes.
Ludovico delle Colombe (erudito partidario de Aristóteles), le cuestiona sobre aspectos religiosos, e insinúa públicamente sobre la intención de Galileo Galilei de interpretar la Biblia para adaptarla a sus teorías. Descubre más información en Curiosidades de la Biblia
Este comentario hace referencia al Salmo (93) del Libro Sagrado, el cual dice » Tú has fijado la Tierra firme e inmóvil» lo cual para los detractores de Galileo fundamentaba por completo la teoría Geocéntrica y condenaba de herejía a Galileo.
Belarmino
El cardenal Roberto Belarmino era un acérrimo inquisidor y defensor de la doctrina católica, fue un elemento importante en el proceso que se había llevado a cabo en contra de Giordano Bruno otro brillante físico y astrónomo italiano.
Es Belarmino quien solicita al Colegio Romano el dictamen sobre las investigaciones de Galileo.
Belarmino se asegura de conocer todos los aspectos relacionados con el trabajo de Galileo, y no está de acuerdo ni con sus investigaciones, ni con el método científico que este utiliza para llegar a las conclusiones de sus investigaciones.
Tampoco concuerda con los argumentos que esgrimen los partidarios de sus teorías.
Así que desde el momento en que toma en sus manos la causa del astrónomo Toscano, comienza un seguimiento y control sobre las actividades de Galileo.
Surgen más problemas
En vista de los recientes acontecimientos, Galileo vuelve a Florencia, donde puede realizar su trabajo con un poco más de libertad.
La tensión seguía latente y en un almuerzo ofrecido por Cosme II a la comunidad científica, surge una acalorada discusión entre Galileo y sus enemigos.
Galileo defiende la tesis de que el hielo flota porque es más ligero que el agua, mientras que sus detractores alegan que según Aristóteles el hielo flota porque está en su naturaleza.
Esta discusión se denomina como la «Batalla de los cuerpos flotantes», la cual Galileo ganó de manera inteligente.
El astrónomo Toscano continúa con su trabajo, tiempo después su sistema para la determinación de longitudes es propuesto en España por el embajador de Toscana.
El 2 de Noviembre de 1612, vuelven los ataques con más fuerza. El Fraile Dominico Niccolo Lorini, quien es profesor de historia eclesiástica en Florencia, pronuncia un sermón contundente y totalmente opuesto a la teoría de la rotación de la Tierra.
En este sermón es utilizado el pasaje de la Biblia del Libro de Josué, donde por obra de Dios se detiene el movimiento del Sol y la Luna, lo cual se utiliza como arma contra Galileo.
Cabe destacar que en el año de 1613, un colega y amigo de Galileo el profesor Benedetto Castelli, es encargado por la Duquesa Cristina de Lorena de probar la conformidad sobre las teorías de Copérnico.
Ante este hecho, Galileo aprovecha la oportunidad y le envía a su amigo misivas que trataban sobre la relación entre la ciencia y la religión, este compendio de cartas se traducen como «Galileo, diálogos y cartas selectas».
Firmeza en sus argumentos
Los ataques cada vez eran más frecuentes, grandes personalidades de la iglesia tomaban como herejía las hipótesis de Galileo, la teoría de que la Tierra se movía causó controversia a nivel mundial, así que la iglesia debía tomar partido.
Con cada ataque Galileo defendía, una y otra vez, de manera magistral la Teoría Geocéntrica.
Se ocupó de escribir misivas y documentos argumentando sus investigaciones, los resultados y hasta los pasajes Bíblicos que según representaban problemas desde el punto de vista astronómico.
Galileo es obligado a presentarse en Roma para defenderse de lo que se decía de él y explicar delante de las más influyentes autoridades eclesiásticas, los resultados de sus investigaciones.
El objetivo de su defensa es lograr que se respete su trabajo y se salve su reputación y su libertad.
Para apoyar la teoría de la rotación de la Tierra se queda corto de pruebas y resultados experimentales, además su intervención llega demasiado tarde, el Vaticano había sido avisado con anterioridad de su llegada y se adelantó el proceso.
Galileo Galilei: La Censura
Galileo estaba bajo una presión enorme, trataba por todos los medios de impedir lo que a los ojos de todos era inevitable.
El 16 de Febrero de 1616 se convoca un Santo Oficio para examinar el caso de Galileo, con el propósito de establecer la censura que se le dará al científico.
Esto es gravísimo, ya que su postura es condenada como «una insensatez y un absurdo».
Unos días después, el Papa Paulo V junto con la Inquisición, ratifican el censurar el trabajo de Galileo Galilei.
Luego de sufrir este duro golpe, sus partidarios le insisten a Galileo para que exponga los resultados de sus investigaciones presentándose como hipótesis y no como hechos comprobados.
Galileo se niega rotundamente, a pesar de que algunas de las teorías eran imposibles de demostrar. Esto precipitó la sentencia, a la cual se llegó sin que Galileo acuda a declarar, tampoco se le condena por herejía como algunos esperaban.
El proceso se resolvió de forma interna, en el Tribunal del Santo Oficio, a pesar de que muchos de los presentes e involucrados en su caso no estaban de acuerdo con la decisión del Tribunal, en particular los astrónomos Jesuitas del Colegio Romano y el religioso Carmelita C. Foscarini.
Para fines prácticos, la sentencia del Tribunal del Santo Oficio sólo exigía modificar algunos pasajes en los escritos presentados como prueba en el caso, para lograr asumir la teoría Heliocentrista no como una teoría verdadera, sino como un mecanismo útil para poder realizar los cálculos en materia astronómica.
Consecuencias
Este asunto afecta enormemente a Galileo, a pesar de no tener que que enfrentar consecuencias terribles, sucumbe ante los problemas y las enfermedades que comienzan a hacer mella en su persona.
Con una condición física desmejorada, durante los dos años siguientes sus actividades en en área científica se reducen al mínimo. Solo se ocupa de su trabajo con relación a las longitudes del mar.
En el año 1618 observa el paso de tres cometas, lo cual trae de vuelta la polémica de sus primeras investigaciones sobre el orden incorrupto de los astros.
El Padre Jesuita Horacio Grassi publica el artículo «De tribus cometis ani 1618 disputatio astronomica» el cual habla sobre las trayectorias elípticas de los cometas, a lo cual Galileo responde por medio de su alumno Guiducci, quien desarrolla una teoría totalmente errónea sobre el asunto.
Luego de esto, Galileo debe continuar respondiendo con ironía a todos los detractores que quieren aprovechar la oportunidad de poder verlo derrotado.
Galileo retoma sus observaciones de los satélites de Júpiter, y se enfoca en el estudio teórico experimental como es su costumbre.
El año 1620 vuelven los reconocimientos al astrónomo, incluso en el año 1621 Galileo se convierte en cónsul de la Academia Florentina.
En el año 1622 es electo un nuevo Papa, el Cardenal Barberini es elegido y toma el nombre de Urbano VIII.
Un año después, Galileo Galilei recibe la autorización para escribir su obra «El Ensayador» (saggiatore), la cual dedicó al nuevo Papa.
Galileo escribe esta obra haciendo gala de sus impresionantes dotes de literato e inteligencia de hombre de ciencia, lo cual le aseguró un éxito inmediato para la época.
Galileo Galilei y el Saggiatore
El Saggiatore, llegó a tener una inmensa popularidad, Galileo causó revuelo entre toda las personas que de alguna manera estaban interesadas en la ciencia, desde todas las jerarquías y clases sociales querían leer la tan poderosa información contenida en este libro.
El astrónomo de Toscana se convirtió en una figura pública reconocida, controversial, digno representante de la sociedad de librepensadores que no estaban de acuerdo con el ‘conformismo intelectual y científico’ impuesto durante generaciones por las autoridades seguidores de Aristóteles.
La época posterior a todo este revuelo causado por sus investigaciones, aciertos y merecido reconocimiento por su trabajo, Galileo vive una etapa tranquila, a pesar de que siguieron los ataques de sus enemigos, estos no tuvieron ninguna relevancia.
Galileo Galilei aprovecha el tiempo que le queda en trabajar nuevamente en algo que lo apasiona, quiere lograr perfeccionar su microscopio compuesto, consigue completar parcialmente su trabajo en el año 1624.
El astrónomo va frecuentemente a Roma donde es recibido por el Papa Urbano VIII, quien es uno de los admiradores de su trabajo. El Papa le da la idea a Galileo de su próximo libro «Diálogo sobre los dos sistemas del mundo».
En esta oportunidad, Galileo presenta de manera imparcial el antiguo Sistema Aristotélico y el sistema Copernicano, el cual fue la inspiración de muchos de sus trabajos de investigación.
Galileo se dedicó posteriormente a sus investigaciones sobre el imán, también envía por medio de un mensajero, el abogado y Jurista Élie Dodati, las copias de algunos de sus manuscritos a París.
La salud lo abandona en el año 1628, ya que el sabio cae gravemente enfermo, y todos esperan un fatal desenlace.
La condena de 1633
Afortunadamente logra recuperarse y el astrónomo se dedica hasta el año 1631 a la escritura del Diálogo, también tuvo un trabajo arduo tratando de que lo aceptara la censura.
Para el mes de Febrero de 1632 se comienza con el trabajo de impresión de esta obra.
El teólogo Libert Froidmont dio su opinión en cuanto a todo lo relacionado con los trabajos de Galileo Galilei.
Este reconocido erudito tuvo un papel significativo en la posición de la Iglesia Católica frente a los revolucionarios cambios generados por Galileo Galilei.
Para esta época los ojos de Galileo comienza a presentar molestias, las cuales se agudizaron entre los meses de Marzo y Abril, no obstante en esta ocasión puede continuar trabajando.
Galileo Galilei se ha transformado en el gran protegido del Papa Urbano VIII, también cuenta con el apoyo incondicional del gran Duque de Toscana, quien a través de los años siempre ha sido su apoyo, lo ha orientado en sus relaciones con otros científicos y con las autoridades de la iglesia.
El 21 de Febrero de 1632 se publica en Florencia su «Diálogo sobre los principales Sistemas del Mundo» (Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo) el cual contiene críticas férreas de las Teorías Geocentristas de Ptolomeo.
Básicamente esta obra se convierte en un verdadero escándalo, pues además de afianzar los conceptos que apoyan las teorías de Copérnico, lo cual supone una evolución para la humanidad, se ridiculiza muchos de los argumentos utilizados por los partidarios de estas tesis.
Principalmente, este escrito se dedica abiertamente a dejar sin fundamento la ‘Interdicción de 1616′, decreto en el cual se le advertía a Galileo que la Teoría Heliocéntrica sólo podía ser formulada como una hipótesis, por más que indicara ser no demostrable.
Diálogo sobre los Principales Sistemas del Mundo
El ensayo escrito por Galileo crea un debate abierto que para la época es controversial y peligroso. Se trata de la discusión sobre la cual se centro la vida de Galileo, el movimiento de nuestro planeta alrededor del Sol.
Galileo Galilei escribió en esta obra todo un cuestionamiento sobre el paradigma que existía para el momento sobre la idea de que la Tierra era un objeto fijo.
Por supuesto, el astrónomo se apoya en el análisis que ha hecho durante toda su vida, las cuales el mismo Galileo sabía que le podían acarrear consecuencias con las autoridades eclesiásticas de la época.
Un tiempo después de su publicación, el «Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo» le generó a Galileo una acusación formal con base a «Sospechas graves de Herejía» ante el Tribunal de la Inquisición.
También esta obra fue incluida en el Index, el cual es un listado de los libros prohibidos por la Iglesia Católica por ser perjudiciales para la Fe y estaba penalizada su lectura.
Argumento del Diálogo de Galileo Galilei
El libro fue escrito en Italiano, lo cual no era lo que regularmente se hacía con los textos científicos, pues generalmente estos eran publicados en Latín.
Se cree que Galileo recurrió a esta estrategia para con el objetivo de que sus teorías se divulgaran más fácilmente y sumar adeptos a su causa.
El Diálogo se desarrolla en Venecia, básicamente consiste en la interacción de tres interlocutores que defienden cada uno de los diferentes puntos de vista de la teorías en discordia; la Aristotélica – Ptolemaica y la Copernicana del Universo.
Los interlocutores que personifican el diálogo son:
- Salvati: Es quien representa la posición del propio Galileo, se encarga de defender el Sistema impulsado por Copérnico. Durante toda la obra se le denomina como el académico, haciendo una referencia al orgullo de Galileo por pertenecer a la Accademia dei Lincei.
- Simplicio: Es quien trata desde su punto de vista limitado y obsoleto, el sistema implantado por Ptolomeo y Aristóteles. En este personaje Galileo quiso burlarse de sus férreos detractores y declarados enemigos, Ludovico delle Colombe y Cesare Cremonini, quienes fueron satirizados de manera grotesca durante toda la obra.
- Sagredo: Es un personaje que personifica la persona inteligente y culta, quien tiene una posición neutral para tratar de encontrar la verdad. Es un partidario del conocimiento en sí, sin ser partidario o fanático de ninguna propuesta cuyas bases se den como ciertas e innegables sin lugar a duda.
El Título
La idea de Galileo sobre el título del libro era «Diálogo sobre las Mareas» el cual fue cambiando un poco a medida que escribía la obra y finalmente llegó a ser «Diálogo sobre el bajamar y el flujo de los mares».
Al enviar el escrito para la que la Comisión de la Inquisición lo revisara antes de su publicación, se le dio la orden explícita de suprimir todas las referencias existentes a las mareas, en el título de la obra.
Además que debía cambiar el prefacio en su totalidad. Estos cambios se le ordenan con el pretexto de que si el libro se publicaba con este título, podrían generarse malas interpretaciones implicando que la teoría sobre este fenómeno estaría aprobada.
Lo cual era equivalente a decir que desde un punto de vista físico y astronómico el movimiento de la Tierra estaba demostrado.
Al solventar estas diferencias, el título del libro quedó reducido a «El Diálogo» seguido del nombre de Galileo Galilei como autor además de unas líneas donde se nombraban todos sus cargos académicos, para finalizar con un largo subtítulo después de toda esa información.
El nombre de esta obra, tal y como lo conocemos actualmente, es un extracto que proviene de uno de los párrafos que contiene el largo subtítulo mencionado anteriormente.
Nueva Información
Durante los días que dura la discusión, Galileo aprovecha la oportunidad, y aunque lo tenía totalmente prohibido debido a la condena de censura que pesaba sobre su carrera, el astrónomo presenta nuevas pruebas de carácter experimental, de observación y análisis a favor de la teoría Copernicana.
Una de ellas es la teoría basada justamente en el movimiento de las mareas, la cual Galileo había plasmado de manera errónea en el pasado, y que se fundamentó en el movimiento de rotación de las manchas solares, la cual es acertada y comprobable.
Esta teoría refuta la hipótesis Ptolemaica la cual se había descartado por la influencia de las Fases de Venus, la cual había sido el respaldo de las críticas de los Jesuitas del Colegio Romano.
Esto es precisamente lo que en el pasado le ocasionó a Galileo la intervención de la Inquisición en su trabajo, dando como resultado que el astrónomo solo pueda presentar las teorías que formulara basadas en sus investigaciones solo como hipótesis, sin la elaboración de pruebas que las avalen.
Enemigos al acecho
Galileo Galilei tiene desde hace tiempo enemigos en Roma; los Jesuitas del Colegio Romano, especialmente Christoph Scheiner y Orazio Grassi.
Los Jesuitas tienen prestigio y jerarquía dentro de la iglesia, eran muy respetados como la rama intelectual de opinión dentro de los clérigos, su opinión siempre es relevante ante las autoridades eclesiásticas.
Estos dos declarados detractores de Galileo son los que se dedican a iniciar un rumor para afectar la credibilidad de la obra, el cual decía que el papel de Simplicio en la obra, era una semblanza del propio Papa Urbano VIII, presentándolo como poco inteligente.
Aunque este detalle parezca sin importancia, dada la magnitud de la obra, aunada con el enorme ego del Papa Urbano se puso en entredicho el futuro tanto de la obra como de la credibilidad de Galileo.
Galileo debía enfrentar una mala decisión, pues fue por su plan de llevar la información a todos y no solo a la comunidad científica y eclesiástica, que escribe su libro en Italiano.
Los textos científicos se publicaban en el idioma de la gente culta (latín), por órdenes de la iglesia, lo cual era una costumbre que debía respetarse, pues la información debe llegar primero a los hombres de ciencia.
El «Diálogo» de Galileo ya había pasado por los filtros de los censores de la Inquisición; aunque a pesar de esto se tomó la decisión de acusarlo.
El proceso en este caso se realizó en forma irregular, pues el libro ya había cumplido el requisito de haber sido aprobado por los censores de la inquisición, pero aún así posteriormente se dieron las acusaciones de impulsar doctrinas de herejía.
La iglesia se enfrenta a un problema, ya que el criterio de los censores quedó entre dicho; la solución es acusar a Galileo de violar la prohibición oficial del 1616.
El Proceso a Galileo Galilei
La inquisición determinó que Galileo debía presentarse de inmediato en Roma para ponerse a disposición de lo que dictaminara la iglesia.
Para ese momento, Galileo se encontraba muy desmejorado, enfermo y agotado, las tensiones por los ataques de sus enemigos así como viejas dolencias que arrastraba desde hace tiempo, habían hecho estragos en su cuerpo.
Galileo cuenta con 68 años y un estado de salud deplorable, por lo cual no puede partir de inmediato hacia Roma. Además de que la Peste arrasa el país Europeo.
Galileo presenta certificados médicos que avalan su delicado estado de salud, donde se le aconseja guardar cama; sin embargo a finales del mes de Diciembre la iglesia lo obliga a viajar.
Las autoridades de Roma lo intimidan de tal manera que le advierten que si no va de inmediato, enviarán por el para traerlo a la fuerza.
A pesar de la presión ejercida por el Tribunal de la Inquisición, debido a la peste las autoridades locales no le permiten viajar. Por lo cual pasan 42 días más ates de que abandone la Toscana.
Al llegar a Roma, Galileo recibe un trato acorde con su condición, se le ubica en las habitaciones del Palacio de la Inquisición donde cuenta con atención médica y le proporcionan todo lo que necesita.
El proceso comienza cuando interrogan oficialmente a Galileo Galilei el 9 de Abril de 1633.
Galileo responde al Tribunal, dice que no reconoce muchos de los documentos presentados como pruebas de sus herejías; mucha de la evidencia presentada es falsa.
A pesar de que las pruebas tienen poca solidez, Galileo sede ante las amenazas de las autoridades del Tribunal de la Inquisición, quien lo obliga a confesar, o enfrentarse a extensas sesiones de tortura.
La confesión
Galileo acepta dar un alegato donde acepta sus culpas, con la promesa por parte del Tribunal de la Inquisición de un trato benévolo,
Por lo cual una nueva sesión es pautada para el 30 de Abril del mismo año, en la cual finalmente el Tribunal obtiene la tan esperada confesión.
EL 22 de Junio, el día siguiente de que se efectuará la confesión, las autoridades se dirigen al Convento Romano de Santa María Sopra Minerva, para leerle al prisionero la decisión del Tribunal.
El Tribunal sentencia a Galileo a a prisión perpetua. Además como parte de la misma, debe abjurar de sus ideas, lo cual quiere decir, que de ahora en adelante abandonará todas las creencias que tiene sobre la ciencia, admitiendo que estaba en un error.
Desde el mismo instante que se lee la sentencia debe renegar de su trabajo y de la investigación que ha realizado durante toda su vida.
Luego de que las autoridades escuchan la adjudicación, le informan al Papa, quien interviene y cambia la condena de prisión perpetua por arresto domiciliario de por vida.
Como un favor especial, a Galileo se le permite comenzar a cumplir su condena como un invitado especial de su amigo el Arzobispo de Siena.
Luego va a la Villa de Arcetri cerca de Florencia, por algún tiempo; este lugar queda muy cerca del convento donde sus hijas residían por su condición de mujeres dedicadas al servicio de Dios, sus nombres como religiosas son la hermana María Celeste y la hermana Arcángela.
Aún en cautiverio, y con la sentencia sobre su cabeza de que volvería a prisión si continuaba con sus investigaciones, Galileo en secreto, continúa con el estudio del problema del movimiento, lo cual logra retomar casi 50 años después de que lo había iniciado.
«Y sin embargo se mueve»
Giuseppe Baretti un reconocido escritor y personaje crítico de la ilustración Italiana, indica que después de que pronuncia su abjuración, Galileo Galilei dijo su frase famosa que se volvería inmortal: » Eppur si muove».
Esta frase contiene todo el significado de la frustración que sentía Galileo al ver cercenada su libertad de pensamiento y de trabajo, luego de que tuviese que negar todo por lo que había luchado.
Para el escritor Canadiense Stillman Drake, esta frase fue pronunciada mucho después por el astrónomo Florentino, debido a que cuando este estaba en presencia de las autoridades del Tribunal de la Inquisición decir algo como eso era desafiante en extremo.
Galileo representa la autoridad del conocimiento científico, mientras que la iglesia era la autoridad máxima en verdades de fe; los clérigos son partidarios de las teorías de Ptolomeo y Aristóteles.
Estos sabios de la antigüedad, se enfocaron en una verdad absoluta, según ellos la visión del universo es aquella en la cual la Tierra es el centro de todo, y los otros cuerpos celestes hacían órbitas alrededor de ella.
Lo cual estaba totalmente en contra de las teorías desarrolladas por Galileo, quien basado en sus observaciones, estudios y análisis del cosmos, defendía la hipótesis de que la Tierra, al igual que los otros planetas gira alrededor del Sol.
La defensa de esta visión, fue la que marcó de por vida a Galileo; las autoridades de la época al darse cuenta del curso de su investigación plantearon la posibilidad de enfocar la teoría heliocéntrica como una hipótesis de naturaleza particular.
Esto quiere decir, que la idea de que los astros giren alrededor del Sol, era solo con fines contemplativos, que en ningún caso se impulsaba al análisis experimental con el apoyo de las matemáticas y de la física.
Últimos Años
La noticia de lo ocurrido a Galileo Galilei es difundida y comentada en todos los círculos, no había lugar donde no se supiera la naturaleza de la acusación y la posterior sentencia, al sabio que ahora era un hereje.
Para la fecha 2 de Julio en Roma todos comentaban lo sucedido; Florencia su ciudad natal recibe la mala noticia sobre la suerte de uno de sus hijos más ilustres el día 12 de Agosto del mismo año.
A nivel internacional, la noticia llegó a Alemania ya para finales de Agosto, a Bélgica en Septiembre, y así se llegó a enterar todo el mundo de lo sucedido con el astrónomo cuyos trabajos le habían dado renombre más allá de la fronteras Italianas.
René Descartes fue un filósofo, matemático y físico Francés reconocido y admirado por sus trabajos de investigación; este científico nunca estuvo de acuerdo con el juicio y la posterior sentencia de Galileo.
Los decretos emanados del Santo Oficio nunca se llegaron a publicar en Francia debido a que Descartes pensaba que Galileo era la víctima de una conspiración malsana de los Jesuitas, quienes querían todo el protagonismo para sí.
Los clérigos vieron la oportunidad de vengarse de la burla que sufrieron cuando Galileo publica el Saggiatore.
Galileo cumple su condena en Florencia desde el mes de Diciembre de 1633 hasta el año 1638.
Al científico se le permitía recibir visitas, lo cual permite que algunos de los estudios durante estos años crucen las fronteras y salgan a la luz.
Algunas obras llegaron lejos, inclusive a lugares como Estrasburgo y París, llevadas por amigos y devotos discípulos que hicieron muchas cosas para ayudar al maestro Florentino.
Su último libro
Galileo escribe en cautiverio su último libro titulado «Discursos sobre dos nuevas ciencias» para el año 1636.
Un boceto de esta magnífica obra llega a manos de Louis Elzevier, quien pertenece a una famosa y muy confiable familia de editores, quienes gozaban de gran prestigio para la época.
Esta casa editorial era famosa ya que sus libros tenían un formato accesible, por características como su pequeño formato, su bajo costo y que el objetivo principal a la hora de la edición y publicación de las obras era la de entretener e informar.
En su último libro, Galileo establece las bases de la mecánica, con lo cual termina de asegurar que la tan famosa Teoría Aristotélica carece de fundamentos científicos que corroboren su verdadera esencia.
También en esta obra inicia los primeros estudios formales que fundamentan el área de la resistencia de los materiales, aunque le faltó investigación en esta área.
Galileo termina el libro, justo poco tiempo antes de que perdiera por completo la visión del ojo derecho,el 4 de Julio de 1637. Esto es el inicio de una condición grave de su salud la cual será irreversible.
El día 2 de Enero de 1638, el maestro Florentino pierde definitivamente la vista. Solo, enfermo y abatido por quedar ciego, Galileo cae en una profunda depresión pues sabía que se acerca su inevitable final.
Días finales
Para esta época un colaborador cercano llamado Dino Peri había solicitado permiso a las autoridades del Vaticano para cuidar al viejo y enfermo sabio.
Le otorgaron el permiso y se muda a la casa de Galileo para asistirlo en sus últimos días; también le acompaña el Padre Ambrogetti, entre ambos le ayudan en la realización de la sexta y última parte de los «Discursos sobre dos nuevas ciencias».
Esta última parte de la obra, no se logra incluir hasta el año 1718, a pesar de que este libro se publica en el mes de Julio de 1638 en Leiden en los Países Bajos, al igual que en París.
Galileo dejó en la última de sus obras todo un compendio de información que el mundo estaba ávido de leer; muchas de las grandes personalidades de la época habían leído el libro y hablaban públicamente de ello.
De hecho, el propio Descartes lee el libro de Galileo y se dispone a hacer un análisis, luego envía sus observaciones a el editor parisino Mersenne.
Última morada
Galileo solicita ante la Santa Sede que se le permita pasar los últimos días de su existencia en su casa de retiro cerca del mar; esta petición la acepta el Vaticano y Galileo va a instalarse en su casa de San Giorgio muy cerca de la tranquilidad de las olas y de la brisa marina.
Es allí donde permanece hasta su muerte, rodeado de sus discípulos más cercanos.
Galileo a pesar del grave estado de salud en el cual se encuentra, sigue con su mente ocupada en teorías, proyectos, fórmulas matemáticas, interesantes teorías y objetos de estudio.
A finales del año 1642, Galileo trata de utilizar la ciencia aplicada para utilizar la teoría de la oscilación del péndulo a los mecanismos del reloj.
Todos sus discípulos, trabajaron con el hasta el final, en proyectos de astronomía y otras ciencias relacionadas.
El 8 de Enero de 1642, la muerte se lleva a Galileo Galilei a la edad de 77 años, murió entre proyectos, ecuaciones, hipótesis e investigaciones; así como pasó la mayor parte de su existencia.
En este apacible lugar es donde sus consternados le dan el último adiós al gran astrónomo Florentino.
Un día después de su muerte, el 9 de Enero del 1642, se efectúa las ceremonia para inhumar el cuerpo de Galileo, quien es enterrado en la ciudad de Florencia.
Tiempo después, se construye un mausoleo en su honor, el cual es inaugurado el 13 de Marzo de 1736 en la Iglesia de la Santa Cruz de Florencia.
Posición de la Iglesia luego de la Muerte de Galileo Galilei
Galileo con sus investigaciones, pruebas experimentales y resultados comprobables cuestionó y derribó teorías obsoletas que se habían heredado desde hace mucho tiempo atrás.
Gracias a Galileo, a sus conocimientos y a su dedicación a la verdadera ciencia se logró resquebrajar los fundamentos en los cuales hasta ese momento se había asentado todo un sistema científico.
Los cambios que introdujo este inteligente científico fueron acertados y se han mantenido en el tiempo, tales como el obtener respuestas a las hipótesis planteadas utilizando el Método Científico, el cual, poco a poco se fue consolidando.
El método Científico se caracteriza por ser una guía para obtener nuevos conocimientos mediante la observación sistemática, medición, experimentación hasta llegar al planteamiento y formulación de hipótesis.
Galileo fue uno de los líderes que revolucionaron con su trabajo los principios que todos tenían como válidos; para esta época surgieron otros sabios que acompañaron a Galileo en estas nuevas fuentes de conocimiento.
Un ejemplo de esto es la intervención del relevante filósofo René Descartes un filósofo y científico Francés defensor de la corriente de pensamiento racionalista, en la cual la razón es la guía para obtener nuevo conocimiento.
Resistencia a la separación entre la ciencia y la Teología
La iglesia de la época y sus representantes se resistieron fehacientemente a los cambios que se suscitaban de manera vertiginosa, para este momento se tomaron como ofensas a la base de creencias existente.
Galileo introduce una nueva y revolucionaria teoría, llamada Heliocentrista la cual fundamentalmente era un nuevo modelo astronómico que dejaba sin efecto el sistema anterior que estaba relacionado con las doctrinas religiosas.
La teoría Heliocentrista consiste en que la Tierra al igual que los otros planetas giran alrededor del sol, fue el punto de inflexión de las viejas teorías científicas que aún se daban por ciertas.
Galileo defendió durante toda su carrera el heliocentrismo, en oposición a la creencia de que la Tierra era el centro del universo, defendida por la iglesia.
Este fue el motivo por el cual Galileo fue acusado de hereje, a pesar de que la Teoría del Geocentrismo no era válida desde el punto de vista astronómico y físico.
Las consecuencias del enfrentamiento de las dos corrientes de pensamiento afectaron los conceptos teológicos que se tenían, así como también los conceptos fundamentales en todas las áreas del conocimiento.
Benedicto XIV autoriza las obras sobre el heliocentrismo
En Siglo XVIII, el Papa Benedicto XIV finalmente da la autorización para que se haga del dominio público las obras de Galileo que trataban sobre el Heliocentrismo las cuales estaban impresas pero prohibidas desde el Siglo XVIII.
Después de esto, en el año 1741, se efectúa una vez más la argumentación ante la prueba óptica de la verdadera órbita de la Tierra, motivo por el cual el Santo Oficio sacó a la luz la primera edición de las obras completas de Galileo.
En el año 1757 las obras de Galileo Galilei que apoyaban la Teoría del Heliocentrismo fueron autorizadas a ser divulgadas, analizadas, estudiadas y sometidas a cualquier tipo de hipótesis experimental.
Un nuevo decreto emanado de la Santa Sede, específicamente de la Congregación del Index, ordena que se deben retirar las obras de Galileo del listado de libros prohibidos.
Este compendio de obras estaba en una texto llamado Index librorum prohibitorum traducido al español Índice de los Libros Prohibidos.
El cual es básicamente una lista de aquellos textos que las autoridades de la Iglesia Católica consideraba como perjudiciales para la humanidad.
Los libros que de alguna manera atentaban contra las doctrinas de fe eran incluidos en este listado, con lo cual todos lo católicos en el mundo sabían que estaba mal el leer estas obras.
Siglo XX: Reconocimientos
El Papa Pío XII reconoce abiertamente la necesidad de rendir homenaje a al gran científico, maestro, investigador y fiel creyente en las ciencias puras como lo fue Galileo Galilei.
En el año 1939 el recién electo Jefe de la Iglesia Católica, el Papa Pío XII da un importante discurso ante la Academia Pontificia de las Ciencias, la academia científica que funciona en la Ciudad del Vaticano.
La Academia científica se constituyó con el objetivo de promover y divulgar el progreso en las ciencias físicas, matemáticas y naturales para emplear estos conocimientos en beneficio de la humanidad.
El Papa Pío describe a Galileo en este famoso discurso, como una persona capaz de emprender las acciones necesarias en honor a la ciencia y a la verdad; con la valentía de enfrentar todo lo que se interpusiera entre la realidad y los conocimientos que obtendría de ella.
«Galileo es el más audaz héroe de la investigación… sin miedos a lo preestablecido ni a los riesgos en su camino, tampoco tenía temor a romper los monumentos hechos a lo desconocido«
Existe la opinión de que el Santo Padre fue muy cuidadoso al examinar todo el caso sobre Galileo Galilei, para que no se volviera a cerrar prematuramente una puerta a la manifestación de la ciencia.
El Papa Pío determinó que la ciencia y la religión no tiene por que estar en un conflicto eterno; de hecho sintió pesar por el injusto trato que le dio la iglesia a este gran sabio.
Juan Pablo II
El Papa Juan Pablo II ordena constituir una comisión para que se analice a fondo el caso de Galileo, en especial la controversia que había surgido entre los sabios Ptolomeo y Copérnico en los Siglos XVI y VXII.
El 31 de Octubre de 1992, el mencionado Papa participa en una sesión plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Juan Pablo II rinde rinde honores a Galileo Galilei dedicándole parte de su discurso oficial. En esta alocución el Papa reconoce las actuaciones de los clérigos en el caso de Galileo habían actuado de manera errónea.
De hecho, Juan Pablo II pide perdón públicamente por los errores cometidos por las autoridades de la Iglesia Católica a lo largo de la historia.
En especial, el Papa menciona a Galileo, quien según su interpretación de estos hechos históricos que sucedieron en torno al tema, considera que el sabio fue víctima de una injusticia.
En esta oportunidad Juan Pablo II propone nombrar otra comisión que sea imparcial y no se deje influenciar por prejuicios acerca del caso.
Esta nueva comisión se nombra debido a que la de 1981 presentó como resultado de su investigación que Galileo carecía de argumentos científicos válidos con los cuales se pudiera demostrar la Teoría Heliocentrista. Con esto da por terminado su trabajo.
Los resultados son sorprendentes, ya que continúan sosteniendo la tesis de que la Iglesia Católica no era culpable de ningún comportamiento irregular.
Las acusaciones que se generaron a través de los años donde se dice que el Tribunal de la Inquisición es culpable de condenar a un inocente, según ellos son infundadas.
Los Argumentos de Ratzinger
La primera comisión sigue culpando a Galileo de lo sucedido, alegando que el astrónomo estaba en la obligación de obedecer a la Iglesia Católica, cuando le advirtió sobre la naturaleza problemática de su trabajo.
Estos resultados justifican la condena, y evitan la reivindicación total de la reputación de Galileo Galilei como científico reconocido.
El Cardenal Ratzinger, quien para esa época era integrante de la Congregación para la Doctrina de la Fe, expresa en un discurso el 15 de Febrero de 1990 ante la Universidad Romana de La Sapienza su posición al respecto:
«La Iglesia de la época de Galileo Galilei se atenía estrictamente a la razón, a diferencia del conocido astrónomo; los investigadores de la iglesia debían tomar en consideración las consecuencias éticas y sociales de la Doctrina Galileana. Es por ello que la condena contra Galileo fue razonable y justa.»
Las declaraciones del Cardenal Ratzinger generaron controversia, ya que muchos consideran que no tiene la razón. De hecho, en el año 2008 cuando ya había sido nombrado como el Papa Benedicto XVI decide no ir a dar un discurso en la Universidad de la Sapienza en Roma.
La Sapienza en 2008
Joseph Ratzinger en su calidad de Sumo Pontífice, había sido invitado a dar un discurso frente a un concurrido auditorio en La Sapienza, como parte de una ceremonia de inauguración del año académico.
Esta invitación a participar en este importante acto con fecha 17 de Enero del año 2008, tuvo que ser declinada, ya que se presentaron protestas en contra del Papa Benedicto XVI.
Meses antes de que se hiciera pública la invitación al Papa, un grupo de 67 profesores de la Universidad de La Sapienza iniciaron una protesta, por las declaraciones hechas por Ratzinger.
Benedicto XVI se declaró a favor de que la Iglesia callara a Galileo y que consideraba correcta la actuación del Tribunal de la Inquisición y de la Santa Sede en su sentencia a Galileo de impulsar a la herejía.
La protesta llegó a ser tan fuerte que numerosos alumnos y profesores de la antigua casa de estudios científicos, lo declaran «persona non grata«.
Galileo Galilei: Balance Científico
En el año 1633 el Santo Oficio determinó que estaba prohibido que se publicara el «Diálogo», texto que había escrito por Galileo; luego de hacerle una audiencia, con pruebas truncadas, falso y carente de sentido, fue condenado.
Galileo hizo aportes asombrosos a la humanidad en materia científica, junto con los descubrimientos de Copérnico de Kepler, constituyen la Revolución científica.
La revolución científica se trata del surgimiento de la ciencia, sus concepto, tesis, hipótesis y teorías las cuales fueron generando una avalancha de conocimientos durante la Edad Moderna en sus primeras etapas.
Los avances en materia científica son asociados principalmente a los inventos y descubrimientos hechos por sabios astrónomos, físicos, matemáticos y librepensadores que vivieron en los Siglos XVI y XVII.
Las nuevas ideas y conocimientos en los campos de la física, astronomía, biología y química, transformaron el mundo; la transformación de las versiones antiguas de conceptos científicos sobre la naturaleza de la Tierra, sentaron las bases de la ciencia moderna.
La ciencia moderna se basa en la matemática, la mecánica y la experimentación para la comprobación de hipótesis.
Estas características lograron cambiar un paradigma que existía en la astronomía, lo cual podemos observar en el paso de una teoría Geocentrista a la Teoría Heliocentrista.
Galileo implanta también es esta época temprana de la ciencia moderna, la utilización como procedimiento obligatorio del método científico.
El análisis del trabajo experimental de las teorías desarrolladas por Galileo Galilei, son tan importantes que se deben considerar los aspectos relevantes en este caso.
El estudio de la experimentación y la formulación de teorías en base a los resultados obtenidos de los mismos nos invita a replantear los problemas que presentaban las teorías científicas antiguas, siempre bajo las premisas de la filosofía de la ciencia.
Padre de la ciencia moderna
Dos de las grandes mentes del conocimiento científico, como lo son Stephen Hawking y Albert Einstein consideran a Galileo Galilei como el responsable del nacimiento de la ciencia tal y como la conocemos en nuestros días.
De hecho Einstein lo llamó el «Padre de la ciencia Moderna».
Galileo nunca pudo ser silenciado, más de 300 años después de su condena de por vida y de la prohibición de los libros en los que exponía su trabajo, sigue cosechando el merecido reconocimiento por sus logros.
En el marco de las festividades del Año Internacional de la Astronomía, La Federación Mundial de Científicos se realizaron eventos en honor a Galileo Galilei, su obra y su manera de ver el mundo desde el punto de vista científico.
En esta ocasión, la Santa Sede aprovecha la celebración y por medio del Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura declara públicamente la aceptación del legado de uno de los más grandes científicos que ha existido.
Reconocimiento en Roma
En Roma se presentó la obra del astrónomo en Italiano, y las autoridades del Vaticano organizan un «Juicio objetivo por parte de los historiadores» para lograr exponer la relación de Galileo Galilei y la Iglesia Católica. Esto se toma como un gesto de buena voluntad.
Gianfranco Ravasi es el Presidente del Concejo Pontificio para la Cultura y de la Comisión de la Arqueología Sagrada, fija la posición final del organismo Pontificio al que representa.
El arzobispo Ravasi indica que la obra de Galileo es un puente que facilita a la iglesia establecer un compromiso para consolidar una relación más cordial con la ciencia.
Un tiempo después, se presenta una nueva edición sobre las investigaciones que hace años atrás se realizaron en contra del trabajo de Galileo Galilei.
La nueva obra lleva por título «Documenti Vaticani del Processo di Galileo Galilei» o en español «Los documentos vaticanos del proceso de Galileo Galilei», los cuales se encuentran en el Archivo Secreto del Vaticano.
Finalmente, el astrónomo Galileo Galilei está dentro de la doctrina católica, después de todas las acusaciones de ir en contra de los designios divinos con sus investigaciones, actualmente se le considera uno de los genios más prolíficos de la humanidad.
A continuación presentamos las obras más representativas del astrónomo Galileo Galilei, en orden cronológico:
- 1586 La bilancetta (publicada póstumamente)
- 1590 De motu
- 1606 Le operazioni del compasso geometrico et militare
- 1600 Le meccaniche
- 1610 Mensajero sideral, Siderus nuncius.
- 1615 Carta a la señora Cristina de Lorena, gran duquesa de Toscana (publicada en 1636)
- 1616 Discorso del flusso e reflusso del mare
- 1619 Discorso delle comete (publicado por Mario Guiducci)
- 1623 Il Saggiatore
- 1632 Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo Tolemaico e Copernicano.
- 1638 Discurso y demostración matemática, en torno a dos nuevas ciencias, Discorsi e dimostrazioni matematiche, intorno a due nuove scienze attenenti alla meccanica i movimenti locali.
Por otra parte también existen un compendio de obras escritas que están completamente escritas en español, algunas de ellas son:
- Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo Ptolemaico y Copernicano
- Carta a Cristina de Lorena y otros textos sobre ciencia y religión
- Cartas del Señor Galileo Galilei, Académico Linceo: escritos a Benedetto Castelli y a la Señora Cristina de Lorena, Gran Duquesa de Toscana
- Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias
- Diálogo sobre los sistemas máximos
- El ensayador