Desde hace mucho tiempo el hombre ha tratado de conseguir un planeta lo más parecido al planeta tierra, esto con la esperanza de que cuando nuestro actual hogar, deje de ser habitable, podamos tener otro planeta al cual ir, con las condiciones ideales a para sustentar la vida de los seres humanos, e incluso plantas y animales. Acompañanos a descubrir un Planeta Parecido a la Tierra.
Kepler-186F
La NASA, a través de su telescopio denominado Kepler, ha descubierto una estrella enana roja, alrededor de la cual orbitan cinco diferentes planetas, Kepler-186B, Kepler-186C, Kepler-186D, Kepler-186 y Kepler-186F, de los cuales el más similar a nuestro planeta tierra es el Kepler-186F. Ubicado a unos 492 años luz de distancia, este curioso planeta posee un tamaño bastante parecido al del planeta tierra y quienes lo estudian creen que puede existir en él agua en estado líquido.
Hallar agua en estado líquido en un planeta similar a este, podría significar que la vida de los seres humanos (e incluso plantas y animales) podría ser sustentada a través de este vital líquido.
Este planeta es el más pequeño de los cinco que orbitan la estrella y posee una temperatura de – 46° C, ha sido comparado, con respecto a su habitabilidad, con el planeta Marte, conocido como el planeta rojo. Ambos planetas, el Kepler-186F y Marte, poseen un porcentaje de habitabilidad comparable al planeta tierra de 64%, lo que hasta el momento es lo más parecido que existe.
Tanto su tamaño como su temperatura, son datos vitales para determinar su composición y sustentabilidad de vida en un planeta. Su composición puede determinar la presencia o no de una atmósfera, mientras que su temperatura determina si es muy frío o muy caliente para ser habitado.
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Órbita
La órbita, es aquel movimiento que realiza un cuerpo, en este caso un planeta, alrededor de un astro o estrella, gracias a la fuerza gravitatoria que posee este astro y que incide en cualquier cuerpo cercano, ocasionando que este se mantenga en movimiento alrededor, sin embargo, recientemente fue descubierto gracias al telescopio Kepler, que esta órbita, alrededor de nuestro Sol, no es circular sino elíptica y que el Sol no es el único causante de ello.
El planeta Kepler-186F, orbita alrededor de una estrella enana roja, en la parte orbital más externa de la zona de habitabilidad de esta estrella. este planeta posee un período orbital de casi 130 días y su distancia es ideal para que no se produzcan los efectos de la marea (anclaje por marea) e idealmente le permita realizar movimientos de rotación, además su posición en la órbita, permite que el planeta no sea gélido ni tampoco extremadamente caliente.
Aunque su temperatura parezca en extremo baja, sigue siendo lo más parecido a un planeta habitable de forma adaptativa para los seres humanos. En la órbita en que se encuentra este planeta, recibe aproximadamente un tercio de la cantidad de energía que recibe el planeta Tierra de el Sol.
Características del Planeta Parecido a la Tierra
Aunque su tamaño en concreto se desconoce, se sabe que es aproximadamente de 10 a 11 % más grande que el planeta Tierra, lo cual significaría que posee de radio unos 7.500 kilómetros. Muchos podrían pensar que el tamaño de un planeta alternativo no es importante y que entre más grande mejor, pero la realidad es otra.
El tamaño de un exoplaneta, como algunos lo llaman, incide directamente en la capacidad de poder estudiarlo a profundidad, y entre más grande es un planeta, más difícil se vuelve su estudio. Gran parte de la importancia de estudiar un planeta parecido a la tierra, es determinar su composición y de allí en adelante, si es o no habitable para los seres humanos, plantas y animales.
Este planeta fue descubierto el día 17 de abril del año 2014 y pertenece a la constelación Cygnus, sin embargo su composición aún está envuelta por el manto del misterio, todo lo que se plantea sobre este tema son suposiciones de acuerdo a parámetros comparativos de otros planetas, de los que sí se conoce su composición.
Se cree que Kepler-186F es de composición rocosa y que alberga agua en estado líquido, estas suposiciones se basan en su distancia a la estrella roja enana que orbita, su posición con respecto a los otros 4 planetas, su tamaño y su temperatura, características que le otorgan el título de planeta parecido a la tierra.
Otra de las suposiciones que se plantea, es que de albergar agua en estado líquido, podría tratarse de un planeta de composición oceánica y no solo un planeta rocoso. Puede que también te interese saber sobre Inmortalidad.
Además, otra característica importante de este planeta es que gracias a su movimiento de rotación, la cara que se muestra a la estrella no es siempre la misma, sino que va cambiando, lo que lo hace similar al planeta Tierra.
Habitabilidad
Se desconoce con exactitud si este planeta es actualmente habitable, o al menos para los seres humanos, sin embargo, si se encuentra habitado o no, es otro de los misterios del planeta Kepler-186F. Muchos presumen que gracias a sus condiciones (a pesar de su frialdad) los seres humanos, plantas y animales podrían adaptarse a vivir en este planeta parecido a la tierra, sin embargo, no se sabe si ya se encuentra habitado, a pesar de no haberse manifestado señales de radio de tecnología extraterrestre en la investigación SETI.
Es posible, que de confirmarse que en este planeta existe agua en estado líquido y una atmósfera similar a la de la tierra, el factor de la temperatura sea el menos importante, y si Stephen Hawking estaba en lo cierto, y al planeta tierra solo le quedan a lo sumo cien años de vida habitable, este punto sería sumamente importante para nuestra supervivencia.
Transportandonos en el futuro, una de las opciones que tendríamos para habitar un planeta como Kepler-186F, es la de vivir en módulos o habitáculos, los cuales esten dotados de condiciones que imiten las condiciones naturales del planeta Tierra. Sin embargo, de alguna forma esto sería condenar a las personas a vivir en una especie de cárcel, a menos claro que estas construcciones abarque todo el planeta y sea posible desplazarse de un lado a otro sin tener que salir al exterior.
Aunque esta idea pueda parecer una alternativa, el ser humano es nativo del planeta Tierra, lo que significa que nuestros cuerpos están diseñados para habitar solo el planeta Tierra, por lo que colonizar cualquier otro planeta implicaría necesariamente de una evolución adaptativa de nuestros cuerpos y no solo de nuestras mentes.
Cuando un astronauta permanece en el espacio exterior, a pesar de ser entrenado para tal fin, su cuerpo padece las repercusiones del espacio, como por ejemplo, el cambio en su contextura que tiende a aumentar, la debilidad en sus músculos y huesos por la falta de gravedad, daño en su vista y oído, alteraciones gastrointestinales, alteraciones en el patrón del sueño, entre muchos otros.
Uno de los aspectos más preocupantes en la habitabilidad de otro planeta parecido a la tierra, es sin duda la presencia de oxígeno, este elemento tan importante para los seres humanos, es casi imposible de hallar en otro lugar y más imposible aún ser sustituido por otro elemento. Salvo que la evolución nos permita volvernos anaerobios, no será realista habitar un planeta que no posee oxígeno y si este fuera el caso, la adaptación evolutiva tomaría muchísimos años en darse, con lo que probablemente pueda desaparecer antes la humanidad.
Preservación de la Tierra
En cualquier caso, la primera opción para los seres humanos, que podría asegurar su supervivencia, es la búsqueda de la preservación del planeta Tierra, un planeta que posee condiciones ideales de vida, no solo para los seres humanos, sino también para las plantas y los animales.
Gran parte de las personas que apoyan los conceptos ecologistas, aseguran que colonizar otro planeta no es garantía de supervivencia para los seres humanos, no solo por las diferencias y similitudes que puedan existir entre los planetas, sino por el hecho de que, si los seres humanos, no han sido capaces de cuidar y preservar su actual planeta, teniendo este las condiciones optimas para sustentar la vida, es poco probable que sea capaz de cuidar y preservar otro planeta, o al menos no por largo tiempo.
Aunque en gran parte, el planeta Tierra ha sido víctima de daños irreparables, todavía estamos a tiempo de salvar la habitabilidad del planeta, sin embargo esto requiere de un gran esfuerzo por parte de todos los seres humanos que hacen vida en este planeta. Los movimientos conservacionistas, ecologistas y todos aquellos que apoyan la banda verde, apuntan a poner su grano de arena para prolongar la vida del planeta Tierra.
En la actualidad, con la llegada del virus conocido como Covid-19, y la subsecuente instauración del distanciamiento social, se ha manifestado el impacto positivo en el planeta. La tierra ha podido dar un respiro y se han evidenciado la presencia de animales en sitios donde antes habían dejado de aparecer.
Avances recientes
Gracias a la cuarentena y el distanciamiento social producido por la pandemia del Covid-19, se han podido apreciar impactos positivos en el medio ambiente, como por ejemplo:
- Disminución del efecto invernadero.
- Disminución del tráfico ilegal de especies animales y vegetales.
- Disminución del 25% en las emisiones de gas CO2.
- Disminución de la amenaza de extinción de algunas especies.
- Cierre de mercados que comerciaban vida animal.
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